Autor: José Rosas
En una Selva sombría
un nido en un árbol vi,
y desde el nido, píi, píi
un pajarillo decía.
Su buen padre que lo oía ,
– Voy- le dijo cariñoso;
Voy a volar presuroso
ricos granos a traerte
espérame sin moverte
y procura ser juicioso.
Al ver el nido dejar,
dijo el cándido polluelo
-¡Cuanto le envidio! ¡Cuanto anhelo
el viento también cruzar!
Quiso en el acto volar
y el ala tendió imprudente,
más descendió derrepente
y horrible muerte encontró.
Siempre el cielo castigó
al hijo desobediente.
Solo alguien con un corazon puro y lleno de amor es capas de sentir y expresar lo que hay en los otros.
Todo tiene su tiempo, así como se debe esperar a que la fruta esté madura para llevarla a la mesa.
Si somos capaces de obedecer a los padres terrenales, con mayor razon a nuestro padre celestial. Como lo hiso Jesus. Obediencia y sujecion.
Este poema yo lo aprendi de chico y hoy quiero que mis hijos tambien lo aprendan y tomen el consejo.
Mi padre nos enseñò èste poema cuando eramos niños uyyy hace 60 años. hasta ahora conozco el nombre del autor.
Mi Tia Petra nos recitaba este poema de memoria alla por los 70’s —que bello recuerdo. Gracias por publicarlo….escuchaba su voz al leerlo.
Mi abuela se aprendió este poema-fabula por allá de 1918 y se lo recitaba a mi mamá de memoria y ahora nosotros estabos haciendo el ejercicio de memoria para reconstruir los versos y por curiosidad lo buscamos y que grata sorpresa al encontrarlo. Desconocíamos el autor ni más ni menos que el insigne Dn. José Rosas Moreno.
Que bueno haber podido servir de ayuda! Dios le bendiga
Cuan grato encontrar este hermoso poema que mi padre me enseñó de niña, lo he contado muchas veces a mis hijos, me hizo recordar con alegría y nostalgia mi niñez y por supuesto a quien continúa presente en mi pensamiento y en mi corazón, mi padre,